No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. (O. Wilde)
23 Dec 2008
curiosidades de mi despiste
Y después de meditarlo una y otra vez, descubrí que mi problema con el aikido se restringía a un tiempo verbal más que a cualquier otra cosa... y hasta que pude conjugar en tiempo pasado mi práctica fue que decidí volver a retomarla!
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