Claro, son muchas cosas para contar sobre el viaje. Como por ejemplo la requisada de la madona que nos pegaron en el Dorado antes de subirnos al avión... o de la pintoresca señora que me tocó de compañera en la silla del avión, tantos detalles o la película que pasaron que adoré... O de lo bien que me recibieron en Madrid Ms. y si hija. Pero hay cosas memorables, las pequeñas cosas que se escapan de tu bien/mal pleneado esquema de turista...
En Madrid Ms. me invitó el jueves a un grupo de dibujo... o no sé como llamarlo... pero el tema es que cada jueves después de las ocho (creo) se reune un grupo de artistas a pintar libremente, cada uno con su técnica, unos más avanzados/osados que otros pero el tema central es el dibujo y pasarlo bien. Bueno, pues la experiencia fue maravillosa, el aire era diferente, todos muy joviales no sé... maravilloso.
Sencillamente, las cosas hermosas son las que suceden cuando menos las esperas.