No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. (O. Wilde)
21 Feb 2011
Los cambios en mi vida están tomando velocidades inesperadas... lo que, debo reconocer, no me deja tiempo ni para asimilarlos.
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