Hace quince días tuvimos un taller especial en el dojo, la elaboración de hakamas de colores para el próximo seminario de Zucco sensei. Para ser totalmente sincera, la idea en un principio no me tenía muy animada pero recibí un empujoncito y asistí! (persona a la que estoy muy agradecida como en tantas otras situaciones)
La situación se tornó emocionante tres días antes del taller... en un principio la idea era buscar la tela apropiada para la hakama, no para cualquiera, la que tu mismo vas a elaborar...emocionante! No entendí lo complejo de la situación hasta que me vi rodeada por cantidades impresionantes de rollos de tela con nombres que hasta estas horas son todo un misterio para mí. Valga aclarar que mi contacto con el mundo textil y con una máquina de coser tiende a cero para ser justos. Después de pasear por esos interminables, estrechos y llamativos corredores, con una señorita que te va diciendo, con el afán de toda vendedora por comisión, los nombres de las telas y sus respectivas secciones; me encontré en un estado de fascinación-confusión por el mundo textil. Las texturas de las telas, los colores, los motivos, los usos, los olores etc. Es un mundo nuevo que esos tres días se abrió ante mis ojos y me mostró en un momento lo enriquecedor que puede llegar a ser.
Descubrir mágicamente en tu cabeza, como ir armando las piezas del rompecabezas textil…sencillamente maravilloso! Creo que desde este día añadí una costumbre más a mi ya bien extraña lista de costumbres sensitivas...
