12 Mar 2008

sobre mi keikogui

Ayer, no era día de clase de aikido... hace mucho que dentro de mis actividades cotidianas no he podido incluir clases de aikido...pero ayer como parte de mis "celebraciones personales" a este nuevo ciclo que inicio, decidí pasar por el dojo de la UN, pero claro sin mi uniforme.
El problema del uniforme es lo pesado que es cargarlo y más aún cuando uno tiene que ir vestido con cierto grado de formalidad... así que pidiendo la autorización necesaria, me dispuse a ir de "civil" a la clase...
Tal vez nunca lo haya mencionado, pero el ritual de colocarse el keikogui y la hakama son parte del encanto de una clase de aikido, o por lo menos lo es para mi. Por que por más afanado que uno llegue, colocarse el uniforme es como una clase de preparación (y más si aún no se domina la colocada de la hakama como es mi caso), una clase de introducción a lo que se va a recibir... es una preparación para colocar tu mente en blanco para la práctica, y claro ayer sin uniforme noté claramente la diferencia.
La sensación es totalmente diferente... ayer cuando entré mi mente deambulaba por todo el tatami, pensaba en miles de cosas, mi calentamiento fue fatal y que decir de los ejercicios de respiración... no lograba acallar mi mente...
Fue una clase particular, me ayudó a tener otra perspectiva del uniforme, obviando lo incómodo que puede ser cargarlo todo el día, claro cuando de movilizarse en transporte público se trata!...

Claro sin mencionar el aporte estético que le aporta a la práctica!!...

2 comments:

dr. jekyll y mr. hyde said...

Mistica, así se le decía en el ejercito, portar bien el uniforme le agrega ese toque a lo que se hace.

De Aikido sé muy poco, de hecho lo que leo en tu blog y en el de Ru, pero me parece interesante, pero si todo sale bien y estoy el proximo semestre en la UN averiguo como es y empiezo a asistir.

maryoku said...

Dr: sería muy rico q te animaras! ;)