Rozar con cada parte de tu cuerpo el suelo, sentir tu respiración como aumenta, dejarte llevar por el ritmo de la música, sentir la respiración del otro, acercarse, dejarse ir, el contacto... sentirlo con cada poro, con cada célula, disfrutarlo, dejar que tu cuerpo hable su propio lenguaje, dejar expresar todos tus sentimientos, sentir tu centro cerca del centro del otro, para finalmente volverse uno, para moverse al unísono, para... sentirse... para...
Sentir que cada movimiento implica todo tu centro, sentir que tu voluntad se mueve a través de cada músculo, proyectarte, dejarte ir, mostrar más allá tus movimientos... es tan difícil describir.. Aprendí, espero, que cada movimiento tiene una intención infinita, es sentir que el aire es viscoso... no solo moverse por que sí... mmmm es tan difícil describirlo!! Uff!! es una sensación tan complicada!! Es como un primer beso, acercarse con cautela hasta sentir al otro, reconocerlo para finalmente moverse ... con esa misma sensación de dulzura e incertidumbre pero de confianza a la vez... todo eso me ocurre con la danza...
Es como el pincel de mi sensei... entonces me pregunto: por qué no puedo sentir lo mismo entre tori y ukke? Tal vez sea muy temprano para buscarlo pero espero algún día, poder alcanzarlo; porque, acaso aikido no es también una danza de cuerpos que se mueven bajo un mismo lenguaje y una misma respiración? Bueno esa es mi percepción que estoy segura, muchos no estarán de acuerdo.

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Te cuento que, por primera vez, mi sensei me enseñó a ponerme la hakama, que hermosa se veía, se mantuvo perfecta hasta el final, elegante, estética… mmm espero que no se me olvide!