Él es un hombre menudito, más bien bajito, flaco y de apariencia relajada. Tiene un rostro tranquilo... pareciera estar en paz con su alma.
Todo empezó el sábado en la tarde... no sé entre tantos vericuetos por internet me enteré de la noticia... él, ÉL en Bogotá!!!?!?!?!?! tengo que ir!!, por correo, por teléfono...y nada todo lleno... que tristeza, que decepción!
Pero como el deseo es más fuerte que cualquier otra cosa,...esta mañana llegué a la última conferencia que iba a dar en la ciudad... más tarde que temprano llegué, o bueno eso pensaba yo... muy a las ocho de la mañana, a hacer una larga fila donde las mujeres, porque hoy la conferencia estaba enfocada en la mujer, adivinaban los pasos a seguir.
Había mujeres de todos los tamaños, edades y colores, pero todas con el mismo afán de entrar y conocer al peculiar señor que tan bonito hablaba.
Después de utilizar mi malicia indígena, que pocas veces sale pero cuando sale es muy oportuna, pude entrar al evento sin preinscripción... ya era tarde y no lo veía por ahí.... paciencia... calma la ansiedad.... espera... leer el periódico, mirar a las vecinas, mirar a los directores del evento hechos un ocho.... pasó una hora. Desesperada al fin, lo ví entrar... tan (suspiro).....
La ansiedad se incrementó, la impaciencia se desbordó.... y el moderador dice: palabra de la presidenta..... y palabras de la directora.... y palabras del director... para presentar al señor.....buuuuu.
Yo estaba ahí para verlo, saber que las cosas que me apasionan nacieron de un hombre tan pequeño, sencillo y feliz.... entender porque no en vano ha sido nominado al nobel de la paz en varias ocasiones, entender que las cosas que se quieren desde el fondo del corazón se realizan...
No aprendí nada de teoría económica diferente a la que he leído en miles de libros, pero llené mi alma de certidumbre y entendí porque estudié lo que estudié y porque llevo año y medio haciendo una tesis que aparentemente no se mueve hacia una dirección concreta.
Todo empezó el sábado en la tarde... no sé entre tantos vericuetos por internet me enteré de la noticia... él, ÉL en Bogotá!!!?!?!?!?! tengo que ir!!, por correo, por teléfono...y nada todo lleno... que tristeza, que decepción!
Pero como el deseo es más fuerte que cualquier otra cosa,...esta mañana llegué a la última conferencia que iba a dar en la ciudad... más tarde que temprano llegué, o bueno eso pensaba yo... muy a las ocho de la mañana, a hacer una larga fila donde las mujeres, porque hoy la conferencia estaba enfocada en la mujer, adivinaban los pasos a seguir.
Había mujeres de todos los tamaños, edades y colores, pero todas con el mismo afán de entrar y conocer al peculiar señor que tan bonito hablaba.
Después de utilizar mi malicia indígena, que pocas veces sale pero cuando sale es muy oportuna, pude entrar al evento sin preinscripción... ya era tarde y no lo veía por ahí.... paciencia... calma la ansiedad.... espera... leer el periódico, mirar a las vecinas, mirar a los directores del evento hechos un ocho.... pasó una hora. Desesperada al fin, lo ví entrar... tan (suspiro).....
La ansiedad se incrementó, la impaciencia se desbordó.... y el moderador dice: palabra de la presidenta..... y palabras de la directora.... y palabras del director... para presentar al señor.....buuuuu.
Yo estaba ahí para verlo, saber que las cosas que me apasionan nacieron de un hombre tan pequeño, sencillo y feliz.... entender porque no en vano ha sido nominado al nobel de la paz en varias ocasiones, entender que las cosas que se quieren desde el fondo del corazón se realizan...
Él es Muhammad Yunus, el papá de las microfinanzas; y aunque la foto no le hace un buen homenaje, es maravilloso en persona.
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