30 Oct 2006

sensaciones

El viernes pasado fuimos al jam de improvisación con los participantes del Festival, fue algo maravilloso... al principio fue un largo observar de los cuatro, pero la música llama y el cuerpo empieza a sentirse en éxtasis.
Así sin más ni más, J. se fue desvistiendo y P. la acompañó en su desapego con el pudor... yo en cambio me quedé observando, con el reproche total de mi cuerpo y de la mitad de mi alma por no entrar al linóleo... no era falta de ganas sino porque el espectáculo era digno de admirarse desde afuera.
Ver 15 personas improvisando con el ritmo de la música y sentirlos... era como participar de un orgasmo colectivo... maravilloso ver como un cuerpo se encuentra con el otro y en un segundo se encajan e inicia la danza. Ver el toque de dos cuerpos que nunca se han visto pero que se logran entender a la perfección.
Entonces me acordé de aikido, mi cuerpo recordó la sensación del compañero ese que te mira y te respeta y espera tu ataque, tal vez por la entrada de Lucía y el timing, no lo sé, pero ese fluir de las energías lo había visto ya en otro espacio, en otro lugar, con otros rostros, y no pude evitar recordarlo.
Sencillamente maravilloso, ver al mismo tiempo como dos cuerpos que no se entienden se repelen simultáneamente, sin prejuicios, sin conocimiento de causa, sencillamente no encajan... es una sensación tan fuerte físicamente y al mismo tiempo tan básica, que es esos momentos, pero solo en esos momentos, no entiendo por qué la vida me parece tan complicada.

PD: como escuche por ahí, mi entrada anterior hirió susceptibilidades en algunos aikidokas. Quiero aclarar que no me refería en un sentido despectivo del aikido, tal vez sea cierto que algunos recuerdos atados con el dojo no sean en estos momentos de los apreciados en mi corazón, pero el aikido tiene una parte importante en él, aunque en estos momentos de una forma muy pero muy pasiva.

No comments: