Dory

Ya es sabido, por las personas que me conocen, que soy una persona terriblemente despistada y por esta causa me pasan muchísimas cosas graciosas, pero el chasco de hoy en clase de aikido fue… mucho más allá!
Fue una clase muy agradable, sorprendida gratamente con la presencia de G. y amenizada por la sonrisa de mi sensei.
Aunque al inicio no tenía una disposición buena, debido a que las 4 horas de contemporáneo de ayer hicieron mella en mi cuerpo, con el movimiento de la clase y el calentamiento del cuerpo eso se fue pasando y traté de centrar mi práctica en mis taisabakis. Al final, como suele suceder, el repaso de las técnicas; saludo a F. con la alegría que siempre me da al practicar con ella, posición, un momento, miro al tatami, respiro, pienso, recuerdo... ohh!! se me olvidó! todos los movimientos desaparecieron de mi cabeza, no tenía absoluta idea de como moverme y terminé con un ataque de risa cuando ella me dice Dory... realmente fue gracioso pero a la vez demasiado extraño, pero después de pensarlo mucho creo que tengo el motivo. Al no poder asociar las técnicas trabajadas el día de hoy con un nombre, sencillamente no las pude recordar... se que se hicieron kokuys.. pero... en fin.... gracioso.