hoy volvió a mi esa sensación tan añeja que ya parecía olvidada, o tal vez eso era lo que quería pensar y algo muy dentro de mi me mostró lo contrario...
Ver las aceras mojadas por esa ligera llovizna, iluminadas tenuemente por las luces de los postes... tan solas, tan ausentes, tan propias y ajenas al mismo tiempo... tan llenas de recuerdos y nostalgias, a veces tan abarrotadas de ciudad, pero hoy sencillamente tan solas...
Me fue inevitable sentirme reflejada a través de la ventana, en el frío y en el afán de las pocas personas por allí...
será la ausencia de Monserrate en mi día? o esa única visión casi fantasmal del medio día... rodeado totalmente de un nubarrón gris que lo hacía ver tan sublime pero más lejano aún...
o será la ausencia de mi misma? esa que se ríe con cualquier detalle diario y que a la vez sufre y llora con la mayoría de las películas... esa que tiene una mente que no se queda quieta y que juguetea con el futuro y con el pasado, que se recrimina y más adelante se hecha flores...
sencillamente el silencio?
o tal vez la presencia absoluta de mi ser?
no lo sé... pero fue maravilloso verse en la ciudad hoy
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