23 Nov 2006

mi abuela

mi abuela y yo nunca hemos tenido una buena relación. Los recuerdos de mi infancia con ella, involucran gelatinas de todos los colores, pero al mismo tiempo muchos regaños...
La recuerdo como una persona de carácter templado que siempre llegaba a mi casa con sus maletas y bolsas de plástico azules y blancas... con una voz fuerte y una mirada penetrante.
No es una mujer fácil de tratar, su marcado machismo no ayuda en lo absoluto, y su manera de ser tan seca no contribuye...
Pero he de reconocer una cosa: su vida no fue fácil, tal vez por decisiones propias o por ajenas, pero no fue nada fácil. Vivió junto con su madre y sus hermanos la violencia en N. Santander, crió a sus hermanos menores cuando su madre enfermó, a las edad de 18 años dejó su pueblo y a todos los suyos, con tan solo, una nueva criatura bajo su regazo...
Crió a sus dos hijos sola, en una Bogotá desconocida y fría... sufrió la perdida de su hijo menor... todo esto con un empuje totalmente admirable.
Hoy, es este mismo "empuje santandereano" el que le veo en sus ojos todas las mañanas, con el deseo de superarse y de mejorar pronto... porque con sus años, no es nada fácil aceptar que la soledad no es una opción de vida, y más ahora después de su último episodio, más ahora que necesita ayuda para cada paso, para cada movimiento...
Mirarla a los ojos y ver los deseos de mover su mano derecha (totalmente necia, como le dice ella) no me deja más que presentarle mis más sinceros respetos.

No comments: