No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo. (O. Wilde)
2 Nov 2006
hoy
Después de tanto cansancio físico llego la nada... y de repente me golpeó la tristeza... y su ausencia!
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